sábado, 18 de mayo de 2013

Take You {12}





| Narra ___. |

Todos acompañamos a Justin al centro comercial, donde daría una pequeña actuación. Todas las salidas, entradas y gran parte del edificio estaban ocupadas por los cuerpos de seguridad y ambulancias por si pasaba algo. Ya sabemos que las seguidoras de Bieber pueden liarla un poco bastante si se lo proponen. Pattie, Kenny, los chicos, Scooter, parte de algunos encargados técnicos de la función, y yo, vimos actuar al joven de diecinueve años. Me pareció increíble la energía que derrochaba en el escenario, como hacía al público enloquecer, gritar. Incluso me animé a chillarle varias veces cuando él preguntaba si nos estaban gustando las canciones, cosa que él notaba, pues miraba hacia mí y sonreía. Prácticamente cantó para mí Die in your arms, pues sus ojos no se separaban de los míos, con la vista siempre fija en mí. Y eso consiguió que derramara unas no disimuladas lágrimas. Natalia tuvo que abrazarme porque era tal el estado de emoción que había empezado a sollozar. <<Mi pequeño>>, susurraba. <<Mi pequeño está cantándomela a mí>>.
Después de aquél sensible y emotivo momento, el concierto cesó y Justin se despidió de sus beliebers, agradeciéndoles una vez más donde estaba gracias a ellas. Regresó con nosotros y lo primero que hizo fue abrazarme.

Te vi llorar –me susurró en el oído.

Tu culpa, maldito idiota.

¿Qué hice? –preguntó preocupado, separándose brevemente de mí aunque tomándome por los hombros.

¡Cantar esa canción! –soltó unas carcajadas y me besó para callarme, haciéndome reír luego a mí también.

¡Muy bien hecho, tío! –le felicitó Chaz. Chocaron sus puños, y Justin seguía sin soltarme la mano, la cual me había cogido justo cuando su amigo lo llamó.
Después de halagos, comentarios y demás, nos fuimos a comer. Pasamos la tarde juntos, riéndonos, Natalia contando chistes, Chaz mandándole indirectas que al parecer pensaba que solo entenderían ellos cuando la cosa no era así, Ryan comiendo como cerdo y Justin y yo besándonos cada dos por tres. Por la noche, Pattie se iba a cenar a casa de una amiga, pues era su cumpleaños. Nos dejó un par de pizzas en el horno y cenamos Justin, Natalia, Chaz, Ryan y yo. 
 
Estoy que no puedo más –dije dejando el borde de la pizza encima del plato y echándome hacia atrás en el sofá.

Ah no, aquí no se deja nada –Justin cogió el último trozo que había dejado y lo acercó a mi boca- Come.

Ni hablar, voy a explotar.

¡Come pequeña puta, come! –gritó Natalia riendo.

Eso es de Spring Breakers –fruncí el ceño y ella hizo lo mismo.

Mierda, es verdad. 
 
Los chicos y yo nos echamos a reír y Justin insistió en que me acabara el dichoso borde, el cual no me comería por más que se pasara toda la noche molestándome.

Sé que eres una rebelde, pero deja esa faceta tuya a un lado y come.

Te he dicho que no –aparté la comida con la mano y él me cogió de las muñecas con su mano libre- ¡Justin, suéltame!

Átala a las patas de la mesa, ya de paso, bro’ –rio Ryan, el cual calló al ver cómo mi mirada era sumamente mordaz- Vale, pues no.

Cuento hasta tres –me amenazó Justin. Yo reí- Una –arqueé una ceja y seguí en la misma posición- Dos –reí más fuerte porque no pensaba comerme nada- Dos y medio, ___ -los chicos empezaron a carcajear- ¡Tres!

¡Y una mierda! –me sacudí, de modo que mis muñecas por fin se libraron de su firme pero no apretado agarre.
La corteza de la pizza salió volando hacia la televisión, casi golpeando a Chaz en la cabeza. Me puse de rodillas a una velocidad casi inigualable y salté el sofá para evitar a Justin, el cual había empezado a perseguirme.

¿No te han enseñado tus padres que no se juega con la comida? –me preguntó mientras se detenía en una punta del mármol de la cocina, pues yo estaba en la otra.

No les hacía mucho caso –intenté huir por la derecha, pero al ver que me iba a perseguir de nuevo, paré- Ya sabes.

Qué rebelde.

Solté una carcajada e hice el ademán de correr hacia la izquierda para confundirlo e irme así hacia la otra dirección. Y así hice, pero fue rápido, y rápidamente rodeó la mitad de la mesa de piedra marmórea. No tuve otra que saltar y subirme a la mesa y gatear hacia la otra punta, la cual quedaba cerca de las escaleras. Justin se quejaba, yo reía, al igual que los chicos, y mi hermana me daba ánimos y gritaba como loca. Subí los tres primeros escalones y Justin, el cual había resbalado y caído de bruces, agarró mi tobillo, haciéndome caer a mí también.

¡Ah, no, suelta! –chillé.

¡Ni hablar! –se negó riendo, aunque algo azorado.
Empecé a patalear y sin querer le di en la cara, el cual del impacto, cayó de culo hacia atrás. <<¡Lo siento!>> le chillé mientras corría hacia arriba a encerrarme a la habitación. Y sí, Justin seguía detrás de mí, persiguiéndome. Llegué a mi cuarto y justo cuando iba a cerrar la puerta, Justin puso un pie para que esta no llegara a su destino.

Ajá.

Vete o usaré mi arma mortal –le amenacé.

Ya me has dado una patada en toda la cara, no me das miedo –empujó con todas sus fuerzas la puerta y tuve que apartarme ya que si no me daría a mí. Se acercó peligrosamente hacia mí, llevándome de espaldas hacia la cama- ¿Y qué, qué piensas hacer?

Mhm –me encogí de hombros, y cuando mis piernas palparon el colchón, reí- Lo que tú quieras.
Justin alzó una ceja y se juntó más conmigo, tan jodidamente sensual, que no pude evitar sentarme en la cama, sin dejar de mirarlo. Justin sonrió orgulloso y se inclinó hacia mis labios, los cuales no tardó en besar. Reí en su boca y el pareció de gustar mi acción, pues dio paso a su lengua, que se entrelazó rápidamente con la mía. Apoyó ambas manos a cada lado de mi cuerpo, hundiéndolas en las sábanas, y echándome más para atrás, hasta quedar tumbada. 
 
Justin –abrí la boca para hablar y él besó mi labio inferior, luego la comisura derecha, la mandíbula, el cuello, bajó y bajó hasta el pecho- ¡Justin! –musité riéndome.

¿Mhm? –preguntó aún con sus labios en mi piel.

Tú sabes lo que conlleva un par de besos tontos en el cuello.

Claro que lo sé –alcé una ceja. Él igual. Sonreí y lo cogí del cuello para atraerlo a mí y besarlo con más furia de la que normalmente habría empleado- Iré a poner el pestillo.

Aquello me hizo reír. Se levantó y dio dos grandes zancadas hasta la puerta, corrió la palanquita y la habitación estaba totalmente segura de intrusos. Oí unas risas desde el piso de abajo: los chicos. Justin se acercó a mí mientras se quitaba la camiseta, haciéndome reír pues parecía un león en celo buscando amar a su hembra, y con un brazo me levantó, llevándome hasta el cabezal de la cama para que me tumbara. Y empezó a besarme. Su boca no se despagaba de la mía en ningún momento, y ambos parecíamos disfrutar aquello. Recorrí su torso desnudo con mis dedos, sensibles al tacto. Mis labios pronto buscaron más piel que saborear y descendí por su cuello, dejando una hilera de labios mojados, que eran los causantes de azorados suspiros por parte de Justin. Aferró los dedos a los costados de mi camiseta, jugando con ellas. Y me la quitó. Admiró la talla de mis senos y mojó sus labios, más de lo que ya estaban gracias a nuestros lujuriosos besos. Masajeó los pechos mientras su boca se amoldaba perfectamente a la mía. 
 
No hay mucho que tocar ahí, Justin –le advertí, siempre había tenido algo de complejo por el tamaño.

Son perfectos –musitó antes de deslizar la copa del sostén hacia abajo, liberando unos sensibles pezones que pronto fueron mordidos, lamidos y besados por Bieber.

Señor –musité haciendo curvar mi espalda ante el placer. 
 
Noté sus labios curvarse hacia arriba en mi piel cuando musité aquello. Prosiguió con el otro pecho y lo hizo vibrar, latir y sensibilizarse como el anterior. Me quité ya el sujetador, dejando desnudo mi torso al completo. Siguió con las caricias, bajando por el ombligo y llegando a los muslos, masajeándolos. Me aferré a su cuello y lo devoré, dejando algunas marcas.

Para que sepan de quién eres –dije riéndome, y él pronto me calló con su boca.

Unos golpecitos en la puerta y unos pasos acompañados de risas nos advirtieron de que los chicos pasaban por el pasillo. Mas no nos detuvimos. <<Nos vamos a ver una película a la habitación de Natalia, seguid a lo vuestro, tranquilos>>. Soltamos unas carcajadas y sí, les hicimos caso. Continuamos con lo nuestro.
Jugó durante unos segundos con el pequeño y ceñido pantalón, el cual pronto fue esparcido por el suelo de la habitación. No tardé mucho en librarme yo del suyo, dejándonos a los dos semi desnudos. Piel con piel, ambos nos frotábamos con el otro para intentar conseguir el punto máximo de placer. Y de pronto, no estaban mis bragas, las había tirado por ahí. Su saliva mojó mi estómago, bajando por el bajo vientre, llegando al pubis y finalmente centrándose en lo más profundo de mi sexo. Su lengua brindaba electrizantes punzadas de agonía placentera a todo mi cuerpo. Los gemidos salieron de mi garganta, llegando a los oídos de Justin, el cual aceleró el movimiento circular de su lengua, haciendo así que el éxtasis me recorriera entera. Ascendió su boca y sus manos cuando vio que iba a explotar. Mis manos corrieron por su espalda, acariciando cada peca, dibujando nuevas figuras y trazando líneas imaginarias sobre su tatuaje del indio, el cual tanto me gustaba.

¿Dónde has aprendido a hacer eso? –le pregunté jugando con las gomas de sus bóxers, doblándolas poco a poco hacia abajo.
Frunció el ceño. Creo que ya sabía la respuesta.

Lo importante no es eso, sino lo bien que se hacerlo –reí y lo besé- Espera.

¿Qué?

¿Condones? –me mordí el labio y él se levantó.

¿Adónde vas? –me incorporé, quedando de rodillas en la cama. Estaba completamente desnuda, expuesta a sus pícaras miradas. ¿Me iba a dejar así?

A mi habitación –oh, no- Creo que tengo unos preservativos en la mesita de noche.

Ah -¡una bombillita se encendió sobre mi cabeza!- No espera, creo que tengo yo unos en la maleta.
Él frunció el ceño.

Ya sabes, mi madre y el estúpido rollo de la protección. Algo creía que teníamos los dos y por si acaso –soltó unas carcajadas y abrió mi maleta, buscó en los bolsillos y sacó una caja de Durex. Rompió uno y vino hacia mí mientras lo sacaba del envoltorio- Ven aquí.

Voy, impaciente, voy –rio y se tumbó de nuevo en la cama conmigo, encima de mí. Le ayudé a despojarse de los bóxers y de paso le coloqué yo el preservativo, encendiéndolo más de lo que ya estaba y volviéndome a besar para calmar la pasión- ¿Segura?

Deja de preguntar y entra ya –lo obligué cogiéndole de los hombros y pegándolo más a mí.

Santa mierda. Se hundió en mí y aquello era la gloria. Ni cuenta me había dado cuenta que de su cuello colgaba una chapa, la cual botaba contra mi pecho y el suyo a cada embestida que daba. La primera gota de sudor cayó de su frente. A mí se me empezaba a pegar el pelo contra la coronilla, la nuca y la frente también. Las sábanas se empapaban y se enganchaban en mi cuerpo. La cama se movía y hacía sonar el cabezal de ésta, dándole fuerte en la pared. Gemí. Creo yo que demasiado alto, y hundí la cara en su cuello mientras lo besaba ahí. Me aferré a su espalda, clavando las uñas en ella cuando noté que Justin no aminoraba las embestidas sino que las aceleraba. Cada vez más rápido. Y venga a sudar, y a gemir. Y a besarnos, y a matarnos a mordiscos, y a reírnos el uno del otro cuando chillábamos más de la cuenta. Lo devoré, y él a mí. Y me hice suya al igual que él se hizo mío. Y perdí la cuenta de cuánto tiempo estuvimos haciendo el amor, pero caí rendida ante al amanecer. En sus brazos.

Eh –me giré, topándome con su frente sudada, su pelo alborotado, sus labios rojos e hinchados, su respiración agitada y su pecho subiendo y bajando, subiendo y bajando.
Lo besé una vez más.

¿Sí?
Me pegó más a él, clavando sus dedos en mi cintura. Me tomó del mentón y apartó un par de mechones de pelo que se habían pegado por culpa del sudor. Recorrió sus labios por los míos y después de unos insufribles segundos, me besó. Y fue en ese beso cuando sentí que lo mío con Justin era una extraña conexión que nunca antes había sentido
.
Te amo –nos dijimos al mismo tiempo. 

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Buenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas. Bueno, antes que nada quería darle las MUCHISISISISISISISISISIMAS gracias a mi fei mina <3 que la amo mucho, por escribirme este megahipersuper (noquemasviene) pedazo de capitulo. Y bueno, es pero que os haya gustado :) 

5 comentarios:

  1. QUE SWAG EL MÍO.
    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
    Diría que el capi te ha quedado de puta madre, pero sería echarme flores y no me va eso JAJAJAJA.
    Sube pronto, pls.
    Tkm fei<3.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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